Perfil del administrador

Mi foto
MADRID, CUNDINAMARCA, Colombia
Escritor, investigador y humanista colombiano, con estudios en filosofía. Fomentador de los cánones clásicos de la poesía española e hispanoamericana, en un sano marco de patriotismo colombiano y latinoamericano.

domingo, 12 de junio de 2022

ROSAL DE LA VIDA (Poema)

 


ROSAL DE LA VIDA

Por: Nabonazar Cogollo Ayala

 

Saluda a tus amigos, bendice a tus paisanos

Deséales bien a todos en nombre del Señor.

Sé siempre generoso y trata como hermanos

A los que tú te encuentres andando en tu labor.

 

No des nunca mal trato a aquel que te saluda

Con rostro muy sonriente y gesto fraternal.

Tampoco tú permitas que el hosco te sacuda

Con su gesto agresivo de sórdido caudal.

 

Saluda y da sonrisas con gestos y dulzuras

Que el mundo te devuelve las mieles siempre puras

De tus frescos rosales, cual tierno serafín.

 

Magníficos capullos rosáceos se hacen rosas

En tu senda sonriente que trae nuevas cosas

De dicha y alegría a tu espléndido jardín.

 

Madrid (Cundinamarca)

Marzo 6 de 2017


sábado, 11 de junio de 2022

RESEÑA DE LOS SUCESOS DEL 20 DE JULIO DE 1810 (Artículo)

 

RESEÑA DE LOS SUCESOS DEL 20 DE JULIO DE 1810

Por: Nabonazar Cogollo Ayala

ANTECEDENTES

Como resultado de los sucesos que se habían venido desarrollando en España, a partir del año de 1808, las colonias españolas desde México hasta Argentina y Chile en el sur, proclamaron, unas más temprano que otras, sus independencias. ¿Cómo fue eso? ¿Y qué tuvo que ver todo aquello con nosotros? ¡Veamos!

Napoleón Bonaparte había pedido permiso al rey de España, Carlos IV de Borbón, para atravesar España con sus tropas para invadir Portugal, país este con el que tenía serias diferencias. De paso por España Bonaparte notó que el rey Carlos y su hijo, el príncipe Fernando, estaban en fuertes enfrentamientos porque el hijo le exigía al padre que le entregara la corona, pero el viejo rey se negaba. Fernando no se dio por vencido y en la ciudad española de Aranjuez contrató a unas personas para que crearan una falsa revolución que gritara: ¡Abajo el rey Carlos, que viva el rey Fernando! Así se hizo, el viejo rey se asustó y en una improvisada ceremonia en el balcón de la Casa Consistorial de Aranjuez le entregó la corona a su hijo. El viejo rey destronado quedó resentido, sin embargo, por la forma como perdió la corona.  

Bonaparte ante todo aquello vio que podía sacar partido de la situación y se presentó ante los dos Borbones como amable mediador y conciliador. Los citó a una cena de reconciliación, una vez que ambos se sentaron a la mesa, los rodeó con sus soldados y los tomó prisioneros. Una vez presos, le exigió a Fernando que le regresara la corona a su padre y a este último, que se la diera a él, a Napoleón Bonaparte, como “garante de la paz y la seguridad en España”.

Napoleón Bonaparte mandó traer en las semanas siguientes a su hermano, José Bonaparte, quien se hallaba entonces en Roma y lo coronó como nuevo rey de España y las colonias. Fue así como Bonaparte no solamente se apoderó de Portugal (cuyo rey huyó hacia Río de Janeiro, Brasil con toda su familia y ministros), sino también de la propia España. Cuando los madrileños se dieron cuenta que la familia real ya no gobernaba España sino los franceses invasores, se dieron unos alzamientos populares terribles conocidos en la historia como: “alzamientos del 2 de mayo de 1808”. Al nuevo rey lo apodaron “Pepe Botellas” (Porque a José Bonaparte le gustaba mucho la bebida). Bonaparte empezó a reprimir con dureza el alzamiento patriota en su contra. Mientras tanto la resistencia madrileña luchaba contra los franceses y corrió mucha sangre para lograr la liberación de España.

DESARROLLO DE LOS HECHOS EN SANTA FE CAPITAL DEL NUEVO REINO DE GRANADA

En Madrid y otras ciudades españolas se formaron Juntas de Gobierno que actuaban a nombre del rey Fernando a quien Napoleón mantenía preso en la ciudad francesa de Bayona. Estas juntas patriotas decidieron informar en 1810 a las colonias españolas en América para conseguir dinero y apoyos para liberar al rey prisionero. Fue así como se envió a dos “Comisionados Regios” a buscar ayudas. Uno de ellos fue Carlos Ramírez Montufar, quien se embarcó y llegó a Quito y el otro fue don Antonio de Villavicencio quien llegó a Cartagena de Indias, en la Nueva Granada. Una vez que los criollos neogranadinos se enteraron de los graves hechos de lo que pasaba en España vieron en todo aquello la feliz oportunidad que ellos esperaban para entrar a gobernar la colonia. Villavicencio era americano, natural de la ciudad de Quito (actualmente Ecuador) y él entendía cómo funcionaba la política en las colonias hispanoamericanas. Fue así que una vez en Cartagena, Villavicencio autorizó a los patriotas cartageneros para que crearan su propia junta de gobierno a la manera de las de España, con tal que apoyaran al rey preso. Esta noticia se esparció como pólvora hacia Mariquita (Tolima), Santa Fe de Antioquia, Bogotá, etc. Provincias estas que pronto se alborotaron también para crear sus propias juntas de autogobierno, al margen del gobierno del virrey Antonio Amar y Borbón, viejo sordo quien era primo del rey, Fernando Séptimo.  

Villavicencio marchó por el río Magdalena camino a Santa Fe de Bogotá, donde los patriotas locales lo esperaban con ansias. Los patriotas que lo aguardaban en Santa Fe eran: el sabio Francisco José de Caldas, José Acevedo y Gómez (El tribuno del pueblo), Camilo Torres Tenorio (Autor de: El memorial de Agravios), José María Carbonell, Sinforoso Mutis (Sobrino del sabio Mutis), entre otros. Antonio Nariño estaba preso por haber publicado meses antes los Derechos del Hombre y el Ciudadano en su propia versión castellana. Noticiosos los patriotas que en pocos días ya Villavicencio estaría en Santa Fe, fueron a donde el viejo virrey, Antonio Amar y Borbón, a enterarlo de todo lo que sucedía en España y a pedirle autorización para crear la Junta de Gobierno de Santa Fe. Terco y testarudo como buen Borbón que era, el viejo virrey no creyó. Él exigía que, si todo aquello era cierto, que se lo informaran directamente desde España en un comunicado oficial firmado por el rey. ¡Pero eso no era posible, porque el rey estaba preso en Bayona! Pero el virrey neogranadino no lo creía.  

Ante la rotunda negativa del virrey los patriotas se reunieron en el observatorio astronómico, que entonces era dirigido por Caldas y trazaron un plan. Venía el viernes 20 de julio y era día de mercado, la plaza iba a estar llena de gente. ¿Qué hacer para lograr que el virrey autorizara la Junta de Gobierno? ¡Ya estaba! ¡iban a armar una pelea en el marco de la Plaza Mayor de Santa Fe, para alborotar al pueblo santafereño –a la manera de la Revuelta de Aranjuez-, para así asustar al virrey para que autorizara la junta. ¡Así fue! Se comisionó a los hermanos Morales para que llegaran a la tienda del español don José González Llorente, con la excusa dizque de “prestarle un florero o ramillete” para adornar la mesa del refresco de Villavicencio. ¡Era bien Sabido que González Llorente era un español leal al rey y no iba a prestar nada para Villavicencio quien era patriota!  Aquel viernes 20 de julio las cosas se dieron entonces así: Llegaron los Morales a la tienda del español (aunque otras versiones cuentan que fue don Pantaleón Santamaría), saludaron muy amablemente y se quedaron viendo las finas porcelanas de Castilla que allí se exhibían para la venta. Antonio Morales levantó un fino jarrón que tenía grabado el escudo de España y le dijo a González Llorente que aquella era la pieza perfecta para adornar la mesa del refresco que le estaban preparando a don Antonio de Villavicencio, comisionado regio quien venía de España. Le dijo más o menos así:

-Don José González Llorente! Os pido en préstamo este bello jarrón para adornar la mesa del refresco que le vamos a ofrecer al comisionado regio, don Antonio de Villavicencio, quien en contados días llegará a la ciudad… ¡Esta es la pieza perfecta!

- ¡Ese es un fino jarrón de cerámica italiana! Pero no lo presto, lo alquilo o lo vendo. ¡Pero, no está para préstamos!

Otras versiones añaden que José González Llorente fue grosero hacia los prestamistas y que añadió con lujo de altanería…

-No lo presto! Y mucho menos para ese ¿&%$... ¿Y sabe qué? ¡Me c… en Villavicencio y en todos los americanos!

Si fue cierto o no, esto último, nunca lo sabremos, pero los patriotas afirman en documentos de la época que sí lo fue. El caso fue que uno de los Morales agarró a González Llorente por las solapas y lo jaló hacia la Real Calle del Comercio (Actual carrera séptima), para “arreglar este asunto de hombre a hombre”. Mientras que el otro Morales iba corriendo hacia la plaza de mercado y le gritaba a toda la gente:

- ¡Auxilio, auxilio! ¡Ese chapetón infeliz del González Llorente afirmó que se c… en Villavicencio y en todos los americanos! ¡Los neogranadinos debemos hacernos respetar! ¡Vamos!

Esta fue la mecha que encendió la revuelta popular. Minutos después la casa del español estaba rodeada de gente y llovieron puños y palos sobre el pobre hombre quien salió todo mal herido de aquel trance. Ante los hechos el virrey mandó un piquete de soldados para detener a González Llorente a quien sacaron escoltado y en silla de manos. ¡En realidad lo que querían era salvarle la vida, porque si no lo hubieran linchado! José María Carbonell, el patriota fue corriendo hacia la plazuela de San Victorino y allá también arengó a la gente, esta vez diciendo: ¡Queremos Junta de Gobierno, queremos Junta de Gobierno! ¡Cabildo abierto! ¡Cabildo abierto! ¡Que haya junta! De otra parte, José Acevedo y Gómez también arengó al populacho desde el balcón de su casa en la Plaza Mayor de Santa Fe… Sus palabras incendiarias fueron estas:

- ¡Pueblo de Santa Fe!  Si no aprovecháis estos momentos de efervescencia y calor, si dejáis pasar esta ocasión única y feliz en menos de doce horas seréis tratados como insurgentes… ¡Ved los grillos y las cadenas que os esperan!

La gente gritaba: ¡Que haya Junta de Gobierno! ¡Queremos Junta!

En medio de semejante griterío y tumulto de gente, una comisión de patriotas llegó a donde el virrey, quien ya no se negó más y autorizó la anhelada Junta de Gobierno de Santa Fe de Bogotá, capital del Nuevo reino de Granada. Fue así como el alcalde local, José Miguel Pey (quien era patriota) autorizó el cabildo Extraordinario de Santa Fe para crear una Junta de Gobierno que rigiera los destinos de la nación. Se empezaron a corear los nombres de los juntistas y hacia la media noche ya estaba conformada la Junta de Gobierno. José Acevedo y Gómez, don Manuel de Pombo y Luis Rubio entre otros redactaron el texto del Acta de Independencia, la cual se firmó hacia la madrugada del día 21 de julio, aunque con fecha del día 20. El nombre que se le dio al país entonces fue PROVINCIAS UNIDAS DE LA NUEVA GRANADA y fue el primer ensayo de autogobierno que nuestro país vivió hasta la reconquista de España en 1816.

Aquel primer intento de autogobierno fue exitoso en parte, porque, desafortunadamente los patriotas pronto entraron en guerras entre sí por la forma de gobierno que habrían de darle al nuevo país. Esto fue la llamada Patria Boba o Primera República que estuvo vigente de 1810 a 1815. Mientras tanto, Fernando VII regresó al poder en España, luego de la derrota de Napoleón por las tropas unidas de Inglaterra, Rusia y Prusia. Este rey se puso furioso por nuestra independencia en su ausencia y nos mandó reconquistar. Aquí llegó el pacificador Pablo Morillo quien fusiló a buena parte de los patriotas en la Plazoleta de los Mártires y restableció el Virreinato de la Nueva Granada. Por orden de Morillo murió el sabio Caldas, Camilo Torres, José María Carbonell y Antonio Villavicencio, entre otras vidas preciosas de la república. Esto fue en 1816, en 1819 en la batalla de Boyacá el Ejército Libertador comandado por Bolívar y Santander, independizó definitivamente a la Nueva Granada de España por lo que se cuenta que desde entonces somos país independiente.

BIBLIOGRAFÍA

INSTITUTO COLOMBIANO DE CULTURA – CASA MUSEO DEL 20 DE JULIO. Revolución del 20 de julio de 1810. Sucesos y documentos. Eds. Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1996. 

Julio 23 de 2021





FILOSOFÍA (Poema didascálico)


FILOSOFÍA

(Poema didascálico)

Por: Nabonazar Cogollo Ayala

 

Aprender filosofía

Nos enseña tantas cosas;

Novedades asombrosas

Que nos retan cada día.

¿Por qué existe el día y la noche?

¿Por qué existen los veranos?

¿Los inviernos y secanos?

¿Por qué el río es fiel derroche?

 

Aprender filosofía

Nos enseña a ser curiosos,

Preguntarnos quisquillosos

Con constancia y osadía:

¿Por qué existe cada cosa?

¿Qué es el ser de la existencia?

¿Qué es la muerte tan miedosa?

¿Qué es la vida en su presencia?

¿Qué es el hombre en sus razones?

¿Por qué piensa y por qué duda?

¿Cuáles son definiciones

Que en su ser feliz se escuda?

 

En los Andes de la América

Que airoso desparrama

Su existencia Pachamama

Nació un día benemérita.

La gentil pachasofía

Que define a nuestra tierra,

Desde el valle a la alta sierra,

De ancestral sabiduría…

Nos ofrece en su valía

El pensar que resucita,

El saber que se tenía

En la tierra más bonita.

 

¡A pensar con entusiasmo!

De la tierra al mundo entero

De los mitos de los griegos

A los muiscas en marasmo.

Y tendremos enseñanzas

Que nos llevan a ser grandes

De las cimas de los Andes

A un mañana de esperanzas.

 

¡A aprender filosofía!

¡A dudar de cuanto existe!

Tal haremos cada día

Con razones siempre en ristre.

5/02/2021