QUERIDO ALUMNO E HIJO MÍO
Por:
Nabonazar Cogollo Ayala
Desde la soledad de mi
estudio, en donde cada día preparo los conocimientos con que he de recibirte en
mi aula de clases y desde lo profundo de mi alma de maestro convencido, te dirijo estas cuántas líneas; a ti que eres lo más importante en mi vida
diaria. ¡A ti que eres el sol con que se irradia de motivación y de
alegría mi trabajo todo!
Cada día, cuando llegas
al aula, tu vitalidad de joven se expande por doquiera: ¡quieres saltar,
correr, volar! Yo no puedo seguirte en todo ello, pero ¡cuánto quisiera poderlo
hacer! Hace un tiempo dejé de ser joven... Espero que lo entiendas.
Tus palabras están llenas
de espontaneidad y pureza cuando eres niño; pero a medida que te haces grande se llenan gradualmente
de aspereza y hasta de una que otra espina. ¡Mide tus palabras cuando las
lances en mi contra!, me hacen daño, aun cuando tú no lo creas. También soy
humano.
¡Nunca digas mentiras ni
hagas mal a nadie! Me duele cuando lo haces porque de alguna manera tú eres mi
propio reflejo. ¡Un mal alumno se debe a un mal maestro! Y yo no quiero serlo ni quiero que tú lo seas.
Cuando yo esté
compartiendo contigo mis saberes en el aula, nunca me interrumpas con
comentarios desobligantes, con ruidos molestos o con actitudes de
descortesía. ¡Entonces me siento
menospreciado en lo que para mí es importante brindarte! ¡En lo que para mí es
fundamental transmitirte! Cada momento que pasa me acerca más a la muerte y
mientras esté contigo, quiero brindarte todo lo que más pueda de mi pobre y
humana sabiduría.
¡Nunca me irrespetes!.. Me
lastima el alma en lo más profundo que así lo hagas, porque yo nunca lo hago
contigo. Irrespetarte yo es tanto como negarme a mí mismo en mi ser maestro.
Irrespetarme tú es tanto como pisotear
mi figura de educador y de persona, la cual quiero mantener siempre
digna y en alto. ¡No pisotees las flores con la torpeza de la inconsciencia!
¡Comparte conmigo la
alegría y el entusiasmo por el conocimiento, por la ciencia y por la sensata sabiduría!
Ellas son mi vida toda, mi ilusión y mi reto;
pero sin ti, ellas para mí carecen por entero de sentido. ¿De qué me
sirven si no tengo a nadie a quien enseñarlas y a quien engrandecer con ellas?
Una vez que te he tenido
en mi aula, te siento parte palpitante de mí, porque algo mío te llevas el día
que te vayas. Cuando te vuelva a ver por
la calle ¡salúdame con alegría como a un viejo amigo!, porque aun cuando pases
digno y serio a mi lado, te miraré con los ojos húmedos y le pediré a Dios que
te bendiga y lleve por buen camino, porque un día fuiste mi alumno, lo que me
hace sentirte mi hijo.
TU MAESTRO, GUÍA Y AMIGO
(Escrito en Facatativá, Cundinamarca, en el año 2001)
Registro de propiedad intelectual ante la DNDA (Dirección Nacional de derechos de Autor de Colombia) # : 10-329-232. Mayo 17 de 2012
Registro de propiedad intelectual ante la DNDA (Dirección Nacional de derechos de Autor de Colombia) # : 10-329-232. Mayo 17 de 2012
fantastico
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