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MADRID, CUNDINAMARCA, Colombia
Escritor, investigador y humanista colombiano, con estudios en filosofía. Fomentador de los cánones clásicos de la poesía española e hispanoamericana, en un sano marco de patriotismo colombiano y latinoamericano.

viernes, 22 de abril de 2022

EL GRITO DE LA TIERRA (Poema ecoético)

 


EL GRITO DE LA TIERRA

(Poema ecoético)

Por: Nabonazar Cogollo Ayala

 

Una muy apreciada maestra de Cajamarca (Tolima), la Prof. Lilia Marín me encargó un poema con esta temática. A ella con especial aprecio y cariño y a todos los docentes de Colombia,

por la salvaguarda de nuestra riqueza natural.

 

TEMA: La eco-ética (amor y defensa de los recursos naturales planetarios).

SUBTEMA: Conciencia bioética y compromiso ecoético.

GRUPOS ETARIOS: 12-18 años.

 

En la faz de la ancha tierra, la materna y generosa,

La que luce esplendorosa con auroras al trasluz…

Quiso el Dios del alto cielo que naciéramos un día,

Cual destellos de alegría más dorados que la luz.

 

Los cabellos de la tierra son de verdes esmeraldas,

Parpadeantes en las faldas de las sierras del confín…

Y sus ríos cristalinos van cantando sus canciones,

Como tiernos corazones en un diálogo sin fin.

 

Una lágrima azulada tan hermosa cual zafiro

Hizo el mar como un suspiro de tristeza del buen Dios.

Y en sus olas crepitantes donde el llanto se hizo espera,

Se alzó en alto la bandera del espíritu en su voz:

 

-¿Por qué llora el Dios del cielo? Porque el hombre ha dado penas

A la casa planetaria tan hermosa como el sol.

Los desechos industriales han manchado las arenas

Cristalinas de las playas con un tono tornasol.

 

Las ciudades contaminan y la tierra llora inerte,

-¡Ya no más me den la muerte! Solo vida late en mi…

Es el grito desgarrado del planeta que en su suerte,

Mira cómo sus paisajes se hacen tierra carmesí.

 

Más la tierra es poderosa y la fauna resucita,

Con la flora que palpita con su verde por doquier…

Los humanos deben todos entender que nuestra casa

Cuidaremos, no es escasa la misión del defender.

 

¡Ya no más viles basuras que degraden a los ríos!

¡Industriales caseríos reconstruyan nuestro hogar!

Con la siembra de mil plantas que defiendan nuestra tierra,

Y revienten en los valles nueva vida sin parar.

 

Pues si el hombre se refrena en sus locos arrebatos

Nuestra casa limpia y verde de seguro surgirá…

Como un fénix de cenizas, entre límpidos ornatos,

Que renace limpia y pura bajo el sol que brillará.

 

Madrid (Cundinamarca), abril 24 de 2017



 

 

 

 

 

 

 


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